(EFE) Dos días después de despedir a su capitán Iker Muniain ante más de 20.000 espectadores en San Mamés y con reducidas opciones de arrebatarle la plaza de Liga de Campeones al Atlético de Madrid, el Athletic mide el nerviosismo del Celta de Vigo, incapaz de cerrar su permanencia en LaLiga.
La última victoria del Cádiz ante el Getafe ha aumentado la presión sobre el equipo dirigido por Claudio Giráldez, que se agarra a su buen rendimiento en Balaídos, donde se mantiene invicto desde la salida de Rafa Benítez, para certificar su continuidad en la máxima categoría.
El Celta tiene una ventaja de cinco puntos sobre el conjunto gaditano, que juega dos horas y media antes en el Sánchez Pizjuán. Eso no le ha gustado al joven entrenador gallego. Un triunfo de los de Mauricio Pellegrino en el derbi con el Sevilla, dejaría a los celestes sin margen de error a falta de tres jornadas para el final del curso.
El técnico celeste volverá a agitar su once. Acertar la alineación inicial de Giráldez es una misión posible para el entrenador rival, ya que en cada partido sorprende con algún retoque. Frente al Athletic, podría devolver al peruano Renato Tapia al centro del eje defensivo para tener mayor salida de balón.
La otra opción es que, como ya hizo contra el Villarreal, sitúe a Manquillo como tercer central junto a Jailson y Starfelt, con Damián Rodríguez y Beltrán en la zona de creación y Tapia arrancando de nuevo como suplente.
Enfrente está el Athletic, que visita Balaídos con la intención de apurar las ya muy escasas opciones de alcanzar un puesto en la próxima Liga de Campeones, una ilusión que casi se le esfumó definitivamente en la última jornada con su empate en San Mamés ante Osasuna y la victoria del Atlético de Madrid sobre, precisamente, el Celta.
Con esos dos resultados son ocho los puntos a los que se encuentran los leones de los colchoneros, distancia ya más que complicada de enjugar para el conjunto bilbaíno con solo tres jornadas por disputarse. Aparte se tiene que concentrar en aguantar un quinto puesto que tiene también muy consolidado con siete puntos de diferencia sobre el sexto, el Betis, y ocho sobre el séptimo, la Real Sociedad.
Las celebraciones del éxito de la Copa del Rey, la última esta semana con una inolvidable despedida a Iker Muniain, el capitán que levantó el trofeo, quizá le hayan distraído de la pelea por la Champions, un tanto matizada por el hecho de que la próxima temporada la final de la Europa League sea en San Mamés.
Para apurar esas últimas opciones de acabar cuartos, Valverde recupera a los centrales Yeray Álvarez y Aitor Paredes, expulsados hace dos jornadas en Getafe, donde también vio una roja el técnico, que repetirá por segundo partido consecutivo fuera del banquillo.
También parecen muy mejorados los centrocampistas Iñigo Ruiz de Galarreta y Oihan Sancet, que arrastran sendas lesiones musculares desde hace tres jornadas, aunque su vuelta al equipo se espera más el domingo ante el Sevilla en 'La Catedral'.
Por contra, el 'Txingurri' pierde a Yuri Berchiche, que cumplió ciclo de tarjetas frente a Osasuna, ante el que reapareció después de tres encuentros de baja por lesión. Y tampoco podrá contar con el goleador Gorka Guruzeta, ausencia ya para lo que queda de curso tras ser operado de una apendicitis aguda hace ocho días.
Uno de los dos centrales recuperados, Yeray o Paredes, jugará junto a Dani Vivian e Iñigo Lekue, que acompañó al internacional la pasada jornada en el centro de la defensa, se trasladará al lateral izquierdo para suplir la baja de Yuri.
Más adelante, en el doble pivote se espera Ander Herrera al lado de Beñat Prados o Mikel Vesga, a Iker Muniain o Unai Gómez en la media punta para lanzar a Iñaki y Nico Williams por las bandas.
Y arriba a Asier Villalibre de ariete después de que ante Osasuna no solo lograse el gol del empate en el minuto 96, sino que gozase de dos ocasiones más para marcar en el descuento.
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