Oda al busero

A lo largo de la historia existieron profesiones infravaloradas como la de barrendero, ascensorista, árbitro bueno, político no corrupto, profeta, etc. Hoy dedicaremos una oda a los buseros. Sí, amigo de la ESO, una oda. Como supongo que te estarás preguntando qué es una oda te la defino en pocas palabras: una oda es un rap sin tacos.

Esta oda, dice lo siguiente:

Oh, busero, que dices que en el bus está prohibido comer pero Tú te comes todos los STOP.
Oh, busero, que me despiertas cada mañana con tus frenazos bruscos.
Oh, busero, que piensas que la ciudad es el circuito del GTA.
Oh, busero, que desconoces la palabra carril.
Oh, busero, que subido en tu autobus te sientes Hitler encima de un tanque dando una vuelta por Polonia.
Oh, busero, que te crees que vas a la última poniendo la radio a todo trapo.
Oh, busero, que creaste una tarjeta defectuosa para sentir el contacto humano.
Oh, busero, que nos mellas la boca para cobrar una comisión de los dentistas.
Oh, busero, que te gusta quemar rueda.
Oh, busero, que realizas un psicoanálisis a los ancianos de la primera fila.
Oh, busero, que eres tan chulo que pides a la gente que no te hable, porque el que habla eres tú.
Oh, busero, que no captaste el mensaje de "Me siento seguro".
Oh, busero, que acongojaste a Chuck Norris diciendo "Como vaya yo allí..."
Oh, busero, piloto de Fórmula 1 frustrado, que piensas que las paradas para que se baje la gente son "pit stop".
Oh, busero, que en los semáforos en rojo te pones al lado de un "mini" para decirle con la mirada "el tamaño sí que importa".
Oh, busero, que cuando hablas con control te crees Michael Knight hablando al coche fantástico.
Oh, busero, que conservas los tickets de los viajeros en sus asientos como recuerdo de todos los viajeros que sufireron un infarto.
Oh, busero (urbano), que cuando conduces el bus rojo te crees que llevas un Ferrari.
Oh, busero, que te gusta conducir a rebufo. Bufas y rebufas de todo lo que se te pone a tiro.
Oh, busero, que tienes más pelo en el pecho que en la cabeza.
Oh, busero, oh. CONTINUARÁ

Si has llegado hasta aquí es que lo has leído. Bien por ti. Te quedo claro que esto es una Oda porque empieza siempre con "oh".